viernes, 3 de mayo de 2019

Sobre las empresas de patinetes y el solucionismo tecnológico.


El otro día bajaba de metro en la parada de metro y me fije en un chaval que cogía en la parada de metro un patinete de alquiler. Yo seguí andando hasta casa y cuando estaba llegando vi a ese mismo chico que dejaba el patinete al lado de mi casa. El chico había cogido el patinete para hacer un trayecto de 500m y había tardado lo mismo que tardé yo andado. El tiempo que tardó en activarlo el trayecto y desactivarlo fue lo que aproximadamente lo que tarde yo en llegar andando (unos 5 minutos).

Y es que estas empresas se venden como una solución a la contaminación y los atascos de las ciudades (voy a centrarme en una de las importantes):
“LimeBike tiene como objetivo ofrecer una solución sustentable para el problema del transporte de puerta a puerta, que ayude a las personas a moverse en sus ciudades de una manera accesible y conveniente, al mismo tiempo que eliminan su huella de carbono. Estamos aquí para ayudar a las futuras generaciones a cambiar sus conductas, para que salvemos este planeta juntos.” (https://www.li.me/es/about-us)
Sin embargo, los datos no dicen exactamente lo mismo. Según los informes de esta empresa, el trayecto medio de cada viaje es de 1,7 km (26.000.000 viajes y 28.000.000 millas según el informe anual de 2018 https://www.li.me/hubfs/Lime_Year-End%20Report_2018.pdf). Son trayectos cortos que andando pueden llevar unos 20 minutos. No conozco a nadie que coja el coche para hacer este tipo de trayectos, sinceramente. Te venden que están reduciendo la contaminación cuando la realidad es otra. La realidad es que, independientemente de la carga de batería que tengan, cada noche se recogen todos los patinetes, se recargan y se vuelven a poner en la calle, ya sea mediante empresas de logística o los llamados juicers, nuevo invento de la mal llamada economía colaborativa que se integra por particulares que hacen este trabajo por unos 5 euros por patinete recogido, cargado en su propia casa y vuelto a poner en la calle (mas info en el siguiente artículo https://www.eldiario.es/madrid/cuadrilla-nocturna-patinetes-Madrid-chavales_0_824167832.html)

Por tanto, no solo parece que no reduce contaminación, sino que además puede incluso generar en forma de gasto en el consumo eléctrico para cargarlos y de las furgonetas que se usan para recogerlos y volverlos a dejar cada noche. Y es aquí donde enlazo este problema con el ‘solucionismo tecnológico’.

Evgeny Morozov, escritor e investigador, define en su libro el solucionismo tecnológico como la ideología con una ‘voluntad de mejorar’ que “es de visión acotada y su interés por la actividad que pretende mejorar es superficial” (‘La locura del solucionismo tecnológico’ Evgeny Morozov). Morozov pone como ejemplo una aplicación enfocada a reducir la cantidad de residuos que se generan que consta en una cámara acoplada a la tapa del contenedor de la basura que hace capturas de toda la basura para después analizarla y después, conectado con FB, darte una puntuación. Si queréis mas información, este es el proyecto https://www.postscapes.com/trash-can-recycling-monitor-bincam/. El peligro que le veo al solucionismo en ambos casos es que se proponen soluciones tecnológicas fáciles sin ponerse a pensar en las implicaciones que tienen. Ya sea des el punto de vista ético o conductual, este tipo de soluciones no van a la raíz del problema sino que buscan una solución rápida y simple a un problema que es complejo y cuya solución requiere mucho más análisis.

Por eso estoy en contra del solucionismo tecnológico y, por ende, de los patinetes. Porque en vez de analizar las múltiples causas del exceso de coches en las ciudades, de contaminación, o de cualquier otro problema, se busca una solución que a menudo no soluciona el problema sino que lo agudiza.

Para mas info sobre los patinetes, este artículo también lo explica https://www.eldiario.es/ballenablanca/365_dias/emisiones-emitidas-patinetes-electricos-Lime_0_835016654.html.

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