viernes, 19 de julio de 2013

Armonizar nuestra vida con el entorno

Todo acto que realizamos tiene consecuencias inevitables. No podemos evitar tener un impacto amiental, pero eso no significa que tengamos que desentendernos de él. El ejemplo claro es que, aunque en el mundo haya asesinatos, eso no nos da carta blanca para cometerlos nosotros. No hay justificación.

Tenemos que buscar formas por las cuales nuestro impacto sea lo mas coherente con nuestra ideología. Armonizar nuestra vida con nuestra mente. Siempre seremos hipócritas porque siempre haremos cosas con las que no estamos de acuerdo (salvo que pensemos que vale todo, que es la única manera de estar 100% en armonía). Yo, por ejemplo, soy vegano, intento no consumir productos que procendan, directa o indirectamente, de animales. ¿Es posible? Obviamente si. La pregunta adecuada es si es factible. Aunque coma vegano, siempre está el vestir, por ejemplo. Y hay que ser conscientes de que  para cultivar hay que talar árboles y eso destruye hábitats de animales. O que la industria petroquímica contamina ecosistemas. O que puede ser que en el cultivo de algún producto intervenga mano de obra barata. ¿Cómo poner todas esas cosas en armonía? ¿Se debe renunciar a algo para conseguir otro objetivo?

¿Hasta que punto deben ser llevada nuestra ideología a la práctica? Es decir, el armonizar vida y mente conlleva pérdida de comodidad (cosa lógica por otra parte). Pero la pregunta es si hay que renunciar a toda comodidad. Hasta que punto necesitamos cosas que sabemos que su fabricación no se corresponde con lo que nosotros consideramos justo. ¿El móvil, el ordenador, etc hasta que punto lo necesitamos? Es obvio que no es un bien de primera necesidad para nadie (por mucho que algunos quieran hacerlo creer). Se puede vivir sin ello, pero también es cierto que nos ayuda y nos supone una fuente, no solo de comodidad sino también de conocimento y de comunicación. Sin ellos, en el mundo de hoy, estaríamos casi incomunicados. ¿Realmente su utilidad puede contrarrestar su daño a la humanidad?

Lo difícil de estas preguntas es que no hay nada que nos pueda medir eso. Nadie puede marcar una línea de equilibrio entre lo útil y lo justo. Si se quieren líneas fijas, lo único que se tiene es, o todo o nada. Lo demás son arbitrariedades subjetivas.

Por tanto o llevamos las cosas al extremo (nada que no sea justo), o nos desentendemos (vale todo) o nos marcamos una línea arbitraria y artificial. Solo la primera opción nos da legitimidad para criticar la sociedad de consumo, ya que cualquier otra postura está contenida dentro de ellay considero que es hipócrita criticar algo que tú mismo estás haciendo.

Siendo sincero no me gusta las conclusiones a las que la lógica me está llevando. Pero por otra parte, mi mente está fundada en la lógica, si no es así entonces valdría todo, nada sería ni bueno ni malo y se podría adoptar posturas de pensamiento que se contradijesen entre ellas.Y desde luego no tendría sentido preguntarse si estamos haciendo lo correcto o no o armonizar la mente.

Hombre si es cierto que hay que partir desde la base que puse antes, es practicamente imposible armonizar al 100% todo. siempre quedarán resquicios.

Nota

Todo lo que escribo en mi blog son reflexiones del momento. A la mayoría de las cosas, vueltas a leer, les encuentro fallos, o contradicciones. Pero esto no se trata de una estructuración de toda mi filosofía (ya que es imposible por su carácter cambiante) sino reflexiones personales de días concretos que, por razones concretas, necesito escribir.

La verdad es que no se si tengo un "sistema mental" demasiado rígido y moralista. Tengo afán por razonar todo punto de lo que creo y analizarlo lógicamente con el resto de ideas para no incurrir en contradicciones. Como buen matemático, me baso en la lógica pura y llanamente, para extraer conclusiones y no me conformo con creencias o impresiones.

Desde mi punto de vista, hay dos cosas muy necesarias en la educación que se han pasado por alto. Más allá de las matemáticas, de la lengua y de las ciencias naturales (que se dan desde primaria y que a mi modo de ver son las más básicas). Más allá de la historia, de la gimnasia, la música y el inglés (que para mi están en 2º nivel) se debería hacer incapié en la lógica y la retórica. Estructurar el pensamiento y enseñara  defender las ideas con argumentos lógicos es básico para desarrollar la inteligencia. Lo denostado que está estas dos facetas de la educación puede comprobarse poniendo en la TV cualquier debate (y no estoy hablando de Sálvame y demás telebasura) sino debates políticos o de actualidad.

Ver gente que debatiendo se dedica mas a criticar a la persona que emite un argumento mas que al argumento, o que "prueba" su opinión en que lo ha visto alguna vez me da vergüenza. Y lo peor es que la gente no se de cuenta. Por eso al que le interese dejarle un artículo muy bueno de wikipedia, detallando las falacias que suele emitir la gente a la hora de razonar.

http://es.wikipedia.org/wiki/Lista_de_prejuicios_cognitivos

Y para quien le interese la lógica, que reflexione sobre la diferencia entre decir

El fin "siempre" justifica los medios
El fin justifica los medios
El fin "a veces" justifica los medios
El fin no justifica los medios
El fin "nunca" justifica los medios.

Sin entrar en el debate de que con cual afirmación estás de acuerdo, ¿que significa cada una de esas afirmaciones? ¿Cuales dicen exactamente lo mismo?

domingo, 7 de julio de 2013

Dudas

Cambios, mil cambios pasan alrededor tuyo y te preguntas como afrontar tu vida. Si seguir igual , si abrirte o cerrarte mas. Sabes que todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Si volver al pasado, si tirar para adelante sin mirar atrás. La putada es que aunque tomes una decisión sabes que habrá momentos de debilidad en que incumplas tus promesas -parecido al no fumar- y que mires hacia atrás  habiéndote prometido tirar para adelante sin mirar atrás.

¿Merece la pena reflexionar sobre como enfocar la vida cuando hay acontecimientos importantes? Yo creo que si, que los acontecimientos importantes cambian la forma de ver las cosas y eso afecta a tus decisiones. Soy partidario de racionalizarlo todo, para intentar hacer lo mejor para mi y para los demás; porque creo que allí está la felicidad.

¿Merece la pena comerse la cabeza por ello? Ahí ya me entran dudas. Solía responder si sin dudarlo un instante. Pero, ¿merece la pena esa angustia? No se, y es una de las cosas que menos me gustan, no saber las respuestas.

Supongo que la coherencia tiene su precio, que el intentar que tus acciones y tus pensamientos vayan en la misma linea cuesta trabajo, sudor y lágrimas. Sobre todo lágrimas cuando ves que no puedes o que metes la pata.