miércoles, 29 de enero de 2014

Identidad de Euler

En el Universo no hay nada casual. Nada de lo que existe ha sido al azar. Como no es al azar una relación tan elegante entre unas constantes tan presentes en la Naturaleza.



Por un lado tenemos al número e,  número por excelencia del cálculo. Presente, entre otras muchas cosas, en el crecimiento de poblaciones. También e^x es una función muy particular: su derivada es si misma.

Después el número i, número básico del análisis complejo. Raíz de -1. Presente en resolución de ecuaciones, y en la física cuántica, simplifica la descripción matemática de los estados cuánticos en el tiempo.

Y por último el número pi, relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro. Obviamente es un número tan conocido que no voy a añadir nada mas de él.

Pues que estos 3 números estén presentes en una misma igualdad, junto con el número 1 y el 0 (básicos en teoría de conjuntos y anillos) y con solo una suma, una multiplicación y una potencia los puedas relacionar, los 5 números posiblemente mas importantes en las matemáticas es algo maravilloso.

Hay gente que dirá que es una casualidad, una curiosidad, capricho de la ciencia. Es una opinión totalmente respetable, pero no es la mía. Las matemáticas existen en el "mundo" de los conceptos. Las matemáticas se descubren, no se inventan, ya que están ya ahí. No pueden ser de otra forma. Al igual que las leyes de la física existen, las relaciones entre números, o entre estructuras matemáticas son algo real como concepto.No son una herramienta, no debería ser algo supeditado a las necesidades de  la física, o de la ingeniería. Querer reducir la ciencia al mero aprovechamiento humano es caparla, impedir que se desarrolle por si sola y que nos sorprenda ayudándonos a comprender el mundo donde vivimos.

Para mi, existen unas leyes que gobiernan toda la existencia. Quizás no puedan expresarse como ecuaciones, o quizás si, pero no puedan resolverse. Pero eso no quita que no existan y que no estemos sometidos a ellas. Y si estamos sometidos a ellas, salvo que alguien crea que existe un ser superior que no se rige por ellas, solo somos parte de ecuaciones, y nuestras acciones, nuestras decisiones, solo son la respuesta que da una máquina (que es nuestro cerebro) ante unos parámetros constantes (lo que sabíamos antes que ahora) y los estímulos que recibimos en un momento.

Y no estoy hablando de predecir el futuro, sino de una única solución ante un sistema dinámico del que formamos parte. Ni mas, ni menos.

Pero, a pesar de ser nada mas que un conjunto de átomos juntos, tenemos lo que llamamos vida. Somos autoconscientes y tenemos sentimientos (que aunque no sean mas que química y electricidad existen). Todas esas ecuaciones no me van a explicar porque el mundo va tan mal, ni van a evitar que sufra viendo las injusticias. Y no porque no puedan sino porque aunque las resuelva no se tiene la capacidad (ni se va a tener) para computar todos los átomos del universo.

Por tanto soy realista, quizás pesimista en cuanto al funciona el universo y el sentido de la vida humano. Pero sigo siendo humano, siento y no puedo escapar de eso, porque así tiene que ser. No lucho contra lo que es el destino final inevitable (la solución de las ecuaciones) pero si contra lo que veo. Aunque sepa que mi vida ya esta determinada, simplemente lo asumo y vivo el día  a día.



Por todo esto, en mi cadera llevaré escrito la identidad de Euler. Para recordarme mi faceta matemática, como parte de una ecuación universal, pero también mi parte humana, como parte viva y sensible en dicho universo.

1 comentario:

  1. Interesante, pero un poco reduccionista… ¿Todo es reducible a matemáticas? ¿Toda la realidad es matematizable? Ya discutían Platón y Aristóteles, y lo cierto es que la experiencia de la ciencia es que puedes matematizar toda la realidad, reduciéndola a fórmulas, pero se te escapa la sustancia de la vída,,, que es materia...

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